Con cocineros de cada punto de la Patagonia, la Clase Magistral de Christophe Kriwonys y un cierre emotivo del que participaron todos los que hacen parte de la Casa de la Cocina Patagónica, cerró la segunda jornada de Festival. Hoy el cierre se celebra con un gran curanto popular de los Cocineros de la Capital de la gastronomía neuquina en el sector de la Terraza de Fuegos.
El sábado el festival comenzó con desayunos gourmet, en los que no faltó el chocolate caliente. Los fuegos se prendieron temprano, y dentro del espacio, abrieron nuevamente los stands de comida, de productores locales y artesanos. El Gobernador, Omar Gutierrez estuvo recorriendo el predio y saludando a los asadores, y volvió a tener palabras de halago al Festival y a lo que implica productivamente para Villa Pehuenia y la provincia de Neuquén.
Mientras tanto, en la sala de capacitación y formación brindaron una charla sobre Turismo Gastronómico, a cargo de Marina Zanfardini y Andrea Gutauskas, profesoras de la carrera de Turismo de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), con gran afluencia de alumnos de las carreras de gastronomía y turismo.
Las expertas se refirieron a la creciente demanda de un tipo de turismo que desea experiencias culturales y gastronómicas, y las herramientas y variables que hay que tener en cuenta para su desarrollo exitoso.
Luego prosiguió la Clínica de Manuel Humberto Millahuinca Araya sobre “Botánica Eno Gastronómica Indómita Naturalista”; plantas y frutos silvestres comestibles del Neuquén”.
Licor de Chañar, miel de avellano, dulce de leche hecho con vainas y semillas de espinillo, este especialista chileno nos trajo sus saberes acerca de este mundo que aún no es aprovechado como se merece.
"No hemos podido aún lograr la atención de los cocineros", expresó durante su exposición. De las investigaciones que realiza junto a un equipo de entusiastas profesionales, surgió que en la región del Domuyo existen cinco especies de tubérculos, y que se encuentra en Epulafquen, el área de conservación más importante de plantas silvestres del Neuquén.
PRIMER GIN ELABORADO EN NEUQUÉN
Desde la destilería Noctua, tuvimos el privilegio de presenciar la destilación en alambique del gin "Gina", que fue presentado por primera vez en sociedad. Taté Moretti, (al frente junto a su marido de esta empresa familiar) fue la encargada de hacer la demostración del procedimiento. La variopinta audiencia la siguió con mucha atención. "Gina Patagonian dry gin", está hecho a base de enebro, y notas de lavanda, rosas, jazmines, manzanilla; coriandro, pimienta rosa, pomelo y menta.
CLASES MAGISTRALES DEL SÁBADO: FANATISMO POR EL PRODUCTO
El denominador común del festival fue revalorizar los productos locales y frescos; el trabajo de los pequeños productores y la calidad. Los chefs utilizaron algas del mar del sur, pescados como el mero, que sólo se pesca artesanalmente; truchas, corderos y carnes salvajes como jabalíes; variedades de peras y manzanas valletanas, hongos, hierbas frescas. Un abanico inestimable de productos nobles y únicos.
Comenzaron la primera clase magistral Mauricio Couly Ventimiglia y Pablo Buzzo, chefs neuquinos que están a la vanguardia en sus respectivas cocinas, quienes captaron la total atención del público. Los dos menús causaron suspiros por los productos y las cocciones: ensalada tibia de mollejas de cordero, morillas rellenas con hongos y piñones, y lomo de cordero marinado y guarnición de polenta con tres quesos, uno de ellos el memorable "patagonzola", hecho con leche de oveja.
Desde Tierra del Fuego, el chef Jorge Monópoli y de Neuquén, Ezequiel González, cocinaron sardinas fueguinas y frutos del fin del mundo, y trucha frita con guarnición de hongos, cebolla, puerro y membrillo, gírgolas y scon de queso.
Monopoli exhibió una cocina que él define "de productos simples pero muy cuidados, y balanceados en su composición nutricional". El fueguino utilizó técnicas de la cocina molecular para crear espumas que, indicó: “dan un sabor definido. Generan texturas diferentes en boca".
Ezequiel González tiene una formación con identidad absolutamente patagónica, y es uno de los referentes de esta cocina, que actualmente desarrolla como chef en el restaurante de Bodegas Shcroeder.
La clase magistral de Gustavo Rapretti, quien trabaja exitosamente en Puerto Madryn y Guillermo Ponce De León, de Neuquén, se caracterizó por la enorme simpatía y humor, que cabe destacar, fue una constante en todas las presentaciones.
Rapretti, apasionado como siempre, enseñó técnicas de preparación y cocción para cocinar a la perfección pescados y mariscos, mientras cocinaba el menú previsto: “mero, almejas y salicornias de nuestro mar argentino. Ponce de León, tuvo hinchada “personal” ya que vivió en Villa Pehuenia. Su menú consistió en cordero deshuesado, arrollado con relleno de castañas y manzana, y dos guarniciones: una de papas rotas con panceta y otra de batatas con piñones y peras.
Desde El Bolsón, Augusto Rousseau, y Elian Chauvie, de Neuquén, apostaron a la cocción de jabalí y cordero. “Fue un pedido especial de mucha gente, que cocináramos jabalí”, compartió Rousseau. “Se trata de un animal que hasta molesta en el campo patagónico, es un producto de cordillera y bueno, lo cazamos y lo podemos hacer de muchas maneras”. Chauvié es un chef jovencísimo. Es la primera vez que participa en un festival. Bahiense, adoptó Neuquén hace cinco años, donde según relató “aquí pude encontrar la relación directa con productores y apreciar su trabajo". Define su cocina como “tradicional, pero siempre destacando el sabor, la calidad y el contraste de colores en el emplatado”. Aquí sirvió su cordero con frutos patagónicos, castañas, manzanas, peras y membrillos.
La Pampa debutó también por primera vez en el festival, de la mano de la chef Florencia Borsani, junto a su colega Leo Morsella, de Neuquén. Flor es cultora de la cocina basada en el concepto del “kilómetro cero”, trabajando codo a codo con productores locales, e ingredientes recolectados en los campos en cercanía de Santa Rosa. En el festival cocinó bocadillos de cardo ruso y alioli. Morsella en tanto preparó ciervo colorado (animal que habita ambos territorios), grillado con hongos, piñones y el humo para saborizarlo.
Christophe Kriwonys, padrino del festival, cerró las clases magistrales con una receta típica de su Francia natal, “Oeuf Meurette”. Amante de la Argentina, se estableció aquí en 1989, y desde entonces despliega con talento y mucho carisma su profesión.
FESTEJO DE CIERRE
Luego de la clase del Padrino del Festival, se realizó una breve ceremonia de cierre de la que participaron el intendente de Villa Pehuenia - Moquehue, Sandro Badilla; la Ministra de Turismo, Marisa Focarazzo; el Ministro de Trabajo y Desarrollo Social, Mariano, Gaido; el alcalde de Pucón, Carlos Barra Matamala; el diputado provincial, Carlos Koopman, Ramón Soto, Secretario de Interior, Osvaldo Llancafilo; y más autoridades provinciales y municipales.
El Intendente Sandro Badilla destacó el trabajo de todos y cada uno de los chefs que participaron en el Festival y dijo que son “fundamentales para que esta fiesta sea posible”. Además, destacó el trabajo del coordinador gastronómico, Sebastián Mazzuchelli, que junto a Lito Aroca fueron los impulsores de esta fiesta que cumple 15 años.
Un brindis colectivo fue el broche de oro de este breve cierre, donde todos se mostraron muy felices después de un intenso trabajo durante dos días de intenso amor por la cocina.
La gente no dejó el predio hasta pasada la medianoche, y entre tanto pudo disfrutar del grupo folklórico “La Rústika”, conformado por jóvenes músicos que se consolidan con una propuesta fresca dentro de este género tradicional argentino.
hoy domingo se espera el gran cierre con un Curanto Popular a cargo de los chefs locales, para cerrar la fiesta de los 15 años con todo el sabor patagónico.