Esta semana en la localidad de Bahía Murta, comuna de Río Ibáñez, tuvo lugar al Tercer Encuentro Comunitario Torres del Avellano, instancia organizada por la Municipalidad de esa comuna para conversar y analizar en junto a la comunidad los pasos a seguir para lograr un desarrollo local inclusivo y sustentable.
El evento contó con gran participación de los habitantes de Bahía Murta, además del alcalde de Río Ibáñez, Juan Saldivia, y los concejales de la comuna, y abordó -particularmente- los avances de proyecto de creación de un Área de Conservación de Múltiples Usos en Torres del Avellano.
“Buscamos contar con una figura de conservación que respete los usos históricos del predio, como las veranadas, la ganadería y el turismo, y fomente mejores prácticas para proteger nuestro territorio, de la mano de una administración local liderada desde el municipio y en conjunto con la comunidad”, señaló al respecto Juan Saldivia, alcalde de la comuna de Río Ibáñez.
El año 2020 diversos líderes locales junto a la Ilustre Municipalidad de Río Ibáñez comenzaron a promover el desarrollo de una iniciativa para poner en valor el entorno natural y cultural del territorio, relevando la identidad local de sus habitantes. Esto, a través de una adecuada planificación para ordenar las actividades productivas de la zona. Inicialmente el esfuerzo de protección se plasmaba en la creación de un Bien Nacional Protegido (BNP), pero actualmente -tras entrar en vigor la nueva Ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas o SBAP- la figura que está promoviendo es un Área de Conservación de Múltiples Usos (ACMU).
“Es bueno que este proyecto considere los múltiples usos en el predio, porque así se respeta nuestro origen como ganaderos. No queremos que pase lo de otras localidades que han perdido su identidad ganadera con tanta gente de afuera que los ha ido poblando”, dice por su parte Eduardo Vas, vecino de Bahía Murta.
De hecho, un ACMU se define como “un área terrestre, acuática marina o continental, cualquiera sea su tamaño, caracterizada por una interacción tradicional entre los seres humanos y la naturaleza, relevante para la conservación de la biodiversidad”, y permitirá, por lo tanto, poner en valor los usos tradicionales en Torres del Avellano y la conservar su riqueza natural, fomentando el desarrollo sostenible local basado en el turismo de intereses especiales.
“Este encuentro fue una gran instancia para conocer la visión y planteamientos de los actores locales que realizan diferentes usos dentro del bien fiscal, entre ellos el turismo. Además, pudimos dar a conocer el trabajo que estamos realizando en cuanto al diagnóstico y diseño de las rutas turísticas más utilizadas para llegar a las Torres del Avellano (ruta Lapparent y ruta Murta Avellano), enfatizando en la planificación que este uso turístico requiere por parte de operadores locales de ambas rutas”, agregó Arcadio Soto, gerente de la Corporación de Turismo de Villa Cerro Castillo.
El predio fiscal Torres del Avellano abarca 102.000 ha y se ubica en la ribera norte del lago General Carrera, entre las localidades de Cerro Castillo, Bahía Murta, el Avellano y Puerto Ibáñez. Es una zona histórica de arrieros y colonos ganaderos que desean conservar su actividad y tradición en honor a sus ancestros, protegiendo -además- los paisajes cordilleranos y biodiversidad asociada.
“Hay mucho interés de parte de los habitantes de esta zona por contar con una figura de protección administrada por ellos mismos, para potenciar los valores culturales y naturales del lugar de una manera participativa y planificada. Los mismos habitantes ya están trabajando en la elaboración de planes de manejo y proyectando la formación de una Corporación para gestionar la ACMU. En la práctica, además, ya están permitiendo el paso de turistas por sus predios hacia las Torres del Avellano y las lagunas, como forma de facilitar el desarrollo del turismo en forma respetuosa” señaló Aldo Farias, coordinador ejecutivo del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, entidad que ha prestado apoyo técnico al desarrollo de esta iniciativa de protección.
Actualmente el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile está trabajando en la consolidación del expediente para la solicitud de creación del ACMU Torres del Avellano, que se será presentada al Ministerio de Medo Ambiente en marzo próximo. Con ello el Gobierno de Chile estaría frente a la oportunidad histórica de crear la primera ACMU bajo el SBAP.
LOS VALORES DE TORRES DEL AVELLANO
El predio fiscal Torres del Avellano concentra gran cantidad de bosque nativo que brinda conectividad ecológica entre las áreas protegidas cercanas, como el Parque Nacional Patagonia, Parque Nacional Laguna San Rafael y Parque Nacional Cerro Castillo. Un 26% de su superficie, de hecho, está cubierto por bosques. Además, posee zonas consideradas refugios climáticos para la biodiversidad, es decir, áreas con capacidad de amortiguar los efectos negativos del cambio climático, que sí se manifiestan con mayor rigor en otras áreas.
Esa condición permite o favorece la viabilidad de ecosistemas y especies, sobre todo considerando el escenario de cambio climático. En medio de todo ello se ha registrado la presencia de especies endémicas como la guiña (Leopardus guigna), gato montés (Leopardus geoffroyi), puma (Puma concolor) y cuis chico (Microcavia australis), todos ellos en categoría “casi amenazada”. También destaca la presencia de pudú (Pudu puda) que se encuentra en categoría “vulnerable”, huemul (Hippocamelus bisulcus) en categoría “en peligro” y huroncito patagónico (Lyncodon patagonicus) bajo la categoría “rara”, según la Cartilla de Ley de Caza.
Asimismo, en el predio existe una importante superficie de nieves y glaciares que constituyen reservas de agua para las cuencas de ríos y para el abastecimiento de agua potable de las localidades de la zona.
Por otro lado, sobresale el patrimonio cultural de este territorio, asociado a la identidad ganadera y al caballo o pilchero usado como medio de transporte en los diversos pasos montañosos utilizados por patagones y patagonas para movilizar a sus animales y viajar entre poblados.
Por último, la presencia de numerosos sitios de arte rupestre ha relevado la importante arqueológica de esta zona. Se trata, casi en su totalidad, de negativos de manos, guanacos y diseños abstractos.