En 2017 la ciudad de San Carlos de Bariloche comenzó a aplicar un novedoso tributo a los turistas que generó una gran polémica que terminó en los tribunales: la Ecotasa, con cuya recaudación afrontaría el impacto que genera a diario la masiva cantidad de visitantes a esta famosísima ciudad argentina.
La ordenanza municipal N° 3287 estableció que la Ecotasa se trataba de “una contraprestación que la Municipalidad exige a los turistas que pernoctan en la ciudad”. En lo que va del 2024 Bariloche recaudó $400 millones de pesos con la Ecotasa.
La tarifa fue fijada por el municipio de acuerdo a la categoría del hotel, para ser abonada cada noche por los mayores de 14 años en adelante y cobrada por los propios hoteles que fueron designados como los agentes de retención.
Según la ordenanza la Ecotasa se aplicaría “...en concepto de conservación patrimonial, mejoramiento y protección de los sitios y paseos turísticos, comprensivos de ingresos y portales a la ciudad, sendas, accesos a lagos y sus playas, ríos y montañas, puntos panorámicos, miradores, servicios de información y atención turística, baños públicos, y todo otro servicio turístico, garantizando un turismo sustentable desde el punto de vista social, ambiental y económico”.
La imposición del municipio disparó una acción de inconstitucionalidad por parte de los empresarios hoteleros que recurrieron a la Justicia de la provincia de Río Negro, cuestionando la ilegalidad de esa carga que se cobraba a los turistas.
El caso llegó al Superior Tribunal de Justicia de Río Negro, la máxima instancia judicial local, donde los supremos ratificaron la Ecotasa dándole la razón a la Municipalidad de Río Negro.
Los empresarios no se conformaron y fueron directo a la Corte Suprema de Justicia de la Nación a cuestionar el fallo provincial, una instancia compleja porque el máximo tribunal nacional tiene por norma no meterse en disputas de orden local.
Sin embargo, esta fue la excepción y la Corte Suprema de Justicia de la Nación revirtió el fallo provincial, declarando inconstitucional la famosa y polémica Ecotasa que había impulsado el municipio de Bariloche.
¿PORQUÉ LA CORTE NACIONAL LE BAJO EL PULGAR?
Se lo bajó, no por la tasa en sí misma, sino porque en la ordenanza no estaba claro la “concreta individualización de la actividad estatal que sirve de causa a la obligación tributaria”, es decir que prestación de servicios iba a financiar ni tampoco que iba a proteger.
La propia Municipalidad de San Carlos de Bariloche dejó esa ambigüedad expresada en su página web, con un gran banner que dice: “La Ecotasa es un plan para mejorar y embellecer nuestra ciudad”, lo que no suena a algo necesariamente ecológico.
El fallo de la Corte de la Nación dejó establecido que no se puede crear una tasa, tributo o impuesto cuyos fines son universales, inespecíficos o al voleo. Este detalle no es menor porque lo que ha parecido ser una victoria para la actividad turística es por ahora un triunfo de una disputa que continuará.
Es que el gobierno de la ciudad de San Carlos de Bariloche no se dará por derrotado. Tomando nota del reproche de la Corte Suprema de la Nación ya prepara una nueva Ecotasa, sobre la que el intendente Walter Cortes anticipó que “esta vez estará bien fundada”.