El criterio oficial es distribuir las obras en toda la provincia, por eso entre las obras que ya tienen proyecto definido hay algunas con destino en Bariloche, otras para San Antonio, Viedma, Conesa y Sierra Grande.
El secretario de Turismo de Río Negro, Marcos Barberis, aseguró que los fondos provinciales para obras y para promoción turística en los municipios se van a mantener, aunque a pedido del gobernador Alberto Weretilneck realizarán un relevamiento previo para manejar los recursos «con racionalidad».
Barberis dijo que la ley de infraestructura turística -que garantiza la aplicación en obras con ese fin del 20% de la recaudación de Ingresos Brutos sobre los contribuyentes de esa actividad- se aplicará sin alteraciones, pero luego de revisar proyectos, costos y factibilidades. «Hay que ver bien con cuántos fondos contamos y qué se puede hacer», afirmó.
Aseguró que la cartera a su cargo tiene en carpeta no menos de 11 proyectos ejecutivos ya terminados, para ejecutar en toda la provincia. Para Bariloche la obra pendiente más significativa es el Centro de Interpretación del parque municipal Llao Llao, que se licitó dos veces, quedó desierto y hoy está en proceso de contratación directa. «Se convocaron a varias empresas y al menos una presentó una cotización -explicó-. Falta revisar el presupuesto y luego se va a ejecutar».
Dijo que el compromiso de la provincia es construir el Centro de Interpretación y una batería de baños. El presupuesto original, que habría que actualizar, era de 214 millones de pesos. Esa obra era en principio más ambiciosa y años atrás llegó a tener financiamiento del BID y fue licitada por el gobierno nacional en el gobierno de Cristina Kirchner y luego relicitada por Mauricio Macri. Pero las empresas solo levantaron algunas paredes y desistieron de continuar. Ahora la asumió la provincia.
Barberis dijo que sostener el flujo de inversiones en infraestructura «es política de Estado, es importante y va a continuar, porque además está comprometida por ley».
Subrayó que no es sólo en beneficio de Bariloche, El Bolsón y Las Grutas. El criterio es distribuir las obras en toda la provincia, por eso entre las obras que ya tienen proyecto definido hay algunas con destino en Bariloche, otras para San Antonio, Viedma, Conesa, Sierra Grande, también está la segunda etapa de la señalización de la Ruta del Vino, el sendero de los acantilados en Viedma y paradores en la ruta 23.
Sobre los fondos para el Emprotur de Bariloche y otros entes similares, también dijo que no habrá restricciones ni ajuste alguno y el gobierno de Weretilneck cumplirá con el compromiso de transferir fondos equivalentes al 70% de lo que se recauda para promoción turística en los propios municipios.
En Bariloche el presupuesto anual elaborado por el Emprotur (que ya tiene unos meses y tal vez deba ser actualizado) estimaba para 2024 una recaudación propia de 1.700 millones de pesos. Lo cual garantizaría casi 1.200 millones más de parte de la provincia.
Estos fondos no siempre llegaron con regularidad y la gestión de Arabela Carreras llegó a acumular una deuda de 200 millones de pesos con el Emprotur. Pero Barberis (que fue secretario de Turismo de Bariloche y presidió el ente) dijo que las acciones de promoción del destino lacustre y de todos los demás de la provincias no pueden ser relegadas y les otorgarán prioridad.
UNA MIRADA SOBRE PRECIOS Y TARIFAS
El secretario de Turismo rionegrino habló también hace unos días de la necesidad de que los prestadores privados de turismo revisen tarifas y evalúen achicar su rentabilidad para asegurar niveles aceptables de ocupación. Ayer amplió esa idea y reconoció que «está difícil proyectar» precios de hotelería y otros servicios para dentro de un mes o dos, «porque no se sabe qué va a pasar con los costos en general, la inflación en ascenso, el precio de la energía. Pero hay que tener la capacidad de redefinir las cosas aun con la temporada en marcha».
Señaló que el impacto de las tarifas aéreas (que tuvieron un salto superior al 100%) se hará sentir y derivará en una reducción y «un cambio de público». Señaló que los empresarios del sector tienen que definir si quieren tener volumen de pasajeros con una rentabilidad mínima o mayor renta con menos clientes. «Cada uno lo analizará», sostuvo Barberis.
Explicó que para algunos hoteles «el punto de equilibrio está determinado por ejemplo en una ocupación del 68%» y no se aplican a aumentar esa barrera porque no podrían garantizar la calidad de servicio pretendida.
Dijo que el replanteo de tarifas ya empezó y que habrá seguramente ofertas y promociones a partir del 10 de enero. Aclaró que «acomodar tarifas resignando servicios también es un riesgo, y sería la peor opción». (Fuente: Diario Río Negro).