El pasado fin de semana, Puerto Madryn vivió una jornada de compromiso ambiental y acción comunitaria. Un grupo de quince voluntarios, convocados por la fundación Sin Azul No Hay Verde, se reunió en la costa para llevar a cabo la primera limpieza costera del año en la ciudad. En poco más de dos horas, recorrieron alrededor de 800 metros de costa y lograron recolectar más de 15 bolsas de consorcio llenas de residuos.
La jornada fue un éxito, no solo por la cantidad de basura recolectada, sino también por la participación activa de voluntarios de Puerto Madryn, Rawson y Playa Unión. Los residuos recogidos fueron clasificados, destacándose la predominancia de plásticos, seguidos por latas, vidrios, cartones y papeles.
"En esta ocasión utilizamos una nueva metodología de recolección, empleando bolsas de consorcio para mejorar la logística de disposición final, gracias a la colaboración de la Secretaría de Ecología de Madryn", explicó Juan Coustet, de Sin Azul no Hay Verde.
Mientras los voluntarios avanzaban con la limpieza, el entorno natural brindó un espectáculo extraordinario, con ballenas saltando en el horizonte, lo que aportó un marco especial a la actividad. Al finalizar, los participantes compartieron un picnic y un espacio de reflexión sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
"Fue una jornada muy enriquecedora y el día nos acompañó. Después de la actividad habilitamos un espacio de charla y de concientización donde todos participamos y cada uno dio su punto de vista. Valoramos mucho la participación de la gente y la consolidación de estos puntos de encuentro y de conciencia ambiental", subrayó Coustet.
Y agregó: "Es importante destacar que la mayoría de los residuos recolectados corresponden a empaques y envoltorios de productos que utilizamos todos en la vida cotidiana: como botellas de agua y de gaseosa, también de lavandina, paquetes de galletitas, de alfajores y demás. La limpieza es un paliativo, pero debemos ser más responsables en el consumo y la disposición final. Todo lo que recolectamos llegó a la playa porque antes no se les dio el tratamiento correcto a esos residuos. Había muchos cestos de basura muy cerca de donde hicimos la limpieza, sin embargo, la costa estaba repleta de residuos".
Estas iniciativas no solo contribuyen al mantenimiento de las playas limpias, sino que también promueven una mayor sensibilización sobre la necesidad de cuidar nuestro entorno marino. Sin duda, eventos como este demuestran cómo la acción comunitaria puede marcar la diferencia hacia un futuro más sostenible.