La gerenta de la Cámara de Turismo de Última Esperanza, Adriana Aguilar, pidió al Gobierno un mayor apoyo al sector, dado el grave impacto que este ha sufrido en los últimos meses, a raíz de la pandemia y el posterior paro de guardaparques.
La dirigenta afirmó que todavía espera medidas concretas del Gobierno “en favor de un sector que ha visto interrumpido su desarrollo”.
Según explicó, uno de los factores externos que han golpeado al sector es el alza de la inflación en países que tradicionalmente generaban un gran número de visitantes extranjeros, a lo que se suman la tardanza en normalizar la llegada de turistas extranjeros, los restringidos horarios de funcionamiento de los pasos fronterizos, la paralización de Conaf, en noviembre, entre otros.
“Por todo lo anterior, se cree que el número de turistas extranjeros será bajo en comparación a temporadas previas a la pandemia y que el gasto del turista nacional será moderado y coherente a la situación económica actual que vive Chile”, declaró.
IMPACTO
“ Basta con observar las cifras de llegada de visitantes que ha tenido a la fecha el Parque Nacional Torres del Paine para entender que no estamos para nada cerca de lograr la anhelada recuperación del turismo en Magallanes. El nivel de recuperación en la llegada de turistas nos puede dar las señales aproximadas del nivel de recuperación de la empleabilidad y el endeudamiento de sector turismo en la región. Antes de la pandemia, el Parque Nacional Torres del Paine llegó a recibir 304 mil visitas, mientras que en lo que va del año alcanza la cifra de 107 mil visitas registradas hasta octubre. No se tienen todos los datos para comparar temporadas turísticas.
- ¿Cuándo se podrá hablar de una normalización en el sector turismo de Magallanes?
“Cuando se cree que por fin llega la reactivación, algo ocurre y el turismo se vuelve a desplomar en Magallanes. En octubre se apreció un importante incremento en la llegada de visitantes extranjeros al Parque Nacional Torres del Paine, lo que fue una señal alentadora que permitía proyectar una buena temporada. Sin embargo, las consecuencias del mal manejo del Gobierno frente al paro de los guardaparques, que extendieron esta manifestación por más 20 días, provocó otro duro golpe para la actividad turística”.
Como consecuencias, indicó, noviembre prácticamente no tendrá registros. “Es difícil calcular el real impacto negativo y las pérdidas económicas que dejó esta situación en las micro y pequeñas empresas de turismo a nivel local; sin embargo, sí se podrá tener una estimación de los ingresos perdidos por concepto de entradas que dejó de percibir el Parque Nacional Torres del Paine y otras áreas silvestres protegidas del país y la región durante el largo tiempo en que se desarrolló el paro de los guardaparques.
Calcular la pérdida en la imagen del destino también es complejo, porque la situación puso en evidencia todas las debilidades de un atractivo turístico galardonado internacionalmente, que expuso todas sus falencias y la falta de atención y abandono en la que se encuentra. Desde el sector privado aún esperamos las reacciones del Gobierno, una evaluación realista, decisiones y apoyos para un sector que ha visto interrumpido su desarrollo”, concluyó.