Hay quejas por la baja rentabilidad en Bariloche. Vienen dos meses de poca actividad. Esperan a muchos brasileños para la temporada invernal.
E l fin de semana largo que cerró ayer y dejó en la ciudad niveles de ocupación hotelera cercanos al 50% fue el último antes de un largo paréntesis, que se extenderá hasta comienzos de julio.
La baja temporada de mayo/junio es tradicionalmente la más pronunciada y muchos hoteles aprovechan para cerrar, realizar mantenimiento y dar vacaciones al personal.
El presidente de la Cámara de Turismo, Felipe Orticelli dijo que el fin de semana registró un movimiento “de acuerdo a lo esperado”, con una cobertura de plazas que llegó al 40/50% en hoteles “y algo menos en cabañas y bungalows”. Señaló que el público mayoritario fue “regional, en un radio de 600 kilómetros, y también familias procedentes de Chile”.
En tanto, el presidente de la Asociación Hotelero Gastronómica, Hugo De Barba, aseguró que la baja que se inicia “será más baja que el año pasado” y subrayó que la rentabilidad del sector está en caída, lo cual bloquea la llegada de nuevas inversiones.
Orticelli indicó que la ecuación económica se deterioró para la actividad turística local “por la alta presión impositiva”. Dijo que durante el verano “hubo mucho movimiento, pero el ticket promedio (es decir el gasto turístico) es bastante bajo”.
Aseguró que la parálisis de estos meses se cortará a partir de mediados de junio con la llegada de los primeros estudiantes, pero “principalmente en julio”, y dependerá del factor nieve.
Lo mismo señaló De Barba, quien sostuvo que si la crisis no es mayor “es por un par de medidas que tomó el gobierno nacional como la devolución del IVA al turismo extranjero y la política de cielos abiertos”. A su juicio, faltaría agregar también “una política cambiaria diferente”.
Orticelli manifestó como dato auspicioso que el próximo invierno está prevista la llegada de 230 mil pasajeros por vía aérea, cuando el año pasado fueron 170 mil.
De Barba afirmó que la rentabilidad cae principalmente por “la competencia” que representa la contratación por Internet. “Si queremos trabajar tenemos que bajar los precios –explicó–. Hoy estamos con tarifas igual o por debajo de Chile, cuando ellos tienen un salario promedio de 450 dólares y acá es de 1.000 dólares. Además la presión impositiva en la Argentina es del 43% y el promedio en Latinoamérica es 26%. Elegimos bajar rentabilidad para mantener las fuentes de trabajo, pero en estas condiciones no llegan las cadenas importantes de hoteles. Todas se quedan en el anuncio, porque el costo es alto. No se generan inversiones y tampoco nuevo empleo”. (Fuente: Diario El Río Negro).