Hace más de diez años atrás el gobierno de Chile había presentado una propuesta que ofrecía a los turistas la experiencia que los jesuitas vivieron en el siglo XVIII en la región. Se la bautizó como "El Camino de los Vuriloches", continuando el recorrido del jesuita José Guillelmo. Días atrás se confirmó que se va a incluir esta ruta en la oferta sudamericana turística.
La subsecretaria de Turismo de Chile, Verónica Pardo, comentó que "en todas las ofertas que hagamos ahora como marca Sudamérica va a estar la ruta jesuita considerada" en declaraciones a un medio radial.
Ahora solamente queda iniciar las colaboraciones con los alcaldes de cada una de las ciudades que involucra para poder alcanzar el financiamiento necesario. "Vamos a empezar a potenciar también el turismo religioso y eso va a permitir que internacionalmente puedan venir a ver este destino" comentó la funcionaria del país trasandino.
La propuesta que se presentó años atrás en Bariloche buscaba ofrecer la experiencia que los jesuitas concretaron en el siglo XVIII en la región. El recorrido es por un antiguo paso cordillerano utilizado por el jesuita José Guillelmo siguiendo los pasos que habían dado los pueblos originarios.
Oportunamente, el historiador chileno Luis Bahamonde Vera señaló que los contactos entre Chiloé y los Puelches y Tehuelches datan del año 1600, pero que a partir de la inclusión de los Jesuitas se afianzó el contacto y se consolidaron los territorios. De hecho, Vera también hizo hincapié en el rol de algunos de ellos, como el padre Mascardi, dado que además de brindar enseñanza también promovieron la protección de los pueblos originarios ante el comercio de esclavos por parte de los colonizadores.
Según el testimonio de Vera, aquellos Jesuitas intentaron afianzar una puerta con la Patagonia hasta el estrecho de Magallanes a través de sus “misiones circulares” que promovieron el entendimiento entre los diversos grupos del Sur de América. (Fuente: El Cordillerano).