El presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (ACHIGA), Máximo Picallo, conversó con La Prueba de ADN para profundizar sobre la implementación de la ley de las 40 horas laborales y todas las interrogantes que la rodean.
Las últimas jornadas han estado marcadas por las diferentes dudas y controversias que existen en torno a esta disposición legal que busca reducir la jornada de trabajo, algo que sigue siendo discusión debido a la poca claridad que hay sobre cómo se llevará a cabo.
A modo de aclaración, el invitado comentó que valora la iniciativa inicial, pero sostiene que “todavía faltan medidas que vengan a mejorar la productividad de los trabajadores. Nosotros somos un país que lleva más de 10 años con una productividad estancada incluso”.
“Esto de reducir la jornada laboral tiene que implicar que, a la larga, redunde en sueldos, mejore, y eso tienen que ver con la productividad (...) pero si no somos capaces como país de generar mejores condiciones para que la productividad de los trabajadores mejore, y, por lo tanto, mejoren esos sueldos (...) les doy firmado que nos vamos a encontrar con que las personas van a tener dos trabajos”, aseveró.
Respecto a la forma en que se puede ir instaurando la rebaja horaria, indicó que “las empresas, en el rubro mío por lo menos, lo que están haciendo es ver con sus trabajadores en qué momento esa rebaja horaria implica menores ventas”.
Al momento de hacer un paralelo con otros países que han adoptado medidas similares, donde en algunos casos el rubro gastronómico termina su funcionamiento relativamente temprano, Picallo espera que no se llegue a eso.
En esta línea identifica un factor especial en el mercado turístico, reconociendo que tiene un valor agregado. “Lo que pedimos en su momento es que existiera un estatuto especial para el sector del turismo”.
Bajo este concepto, el representante de la ACHIGA señaló que “en los países que tienen vocación turística, los restaurantes no cierran temprano”, dando cuenta de la dirección en que se podría avanzar.
LAS NECESIDADES EN EL SECTOR DEL COMERCIO
Respecto a las diferentes aristas que se pueden considerar como solución ante variadas problemáticas e inquietudes, dando paso a la implementación de la ley de las 40 horas, se deben tener en cuenta varios puntos económicos, por lo que sería algo viable “cuando el país comience a crecer”.
“Nosotros no estamos diciendo que queremos que la jornada laboral de nuestros trabajadores sea más larga que la del resto. Simplemente, estamos diciendo que esa adaptación de esa jornada tenga la opción de que las personas estén cuando hay más trabajo y tengan descanso cuando hay menos trabajo”, planteó Máximo Picallo.
Con todo esto, el empresario también apuntó a las diferencias horarias que existe en el mercado de la gastronomía, apuntando que no es lo mismo mover horarios y acomodar turnos conforme a la productividad y demanda.