En la búsqueda de la excelencia culinaria en Argentina, la legendaria Guía MICHELIN desembarcó por primera vez en el país. La prestigiosa empresa de neumáticos que desde 1900 creó su emblemática guía gastronómica anunció 7 restaurantes de Buenos Aires y Mendoza ganadores de estrellas Michelín y 71 menciones de acuerdo a sus históricos criterios esenciales, entre las que se encuentran 7 estrellas verdes y 7 Bib Gourmand (por su relación precio calidad).
RESTAURANTES GANADORES
Con dos estrellas
Aramburu - chef: Gonzalo Aramburu (Buenos Aires)
Con una estrella
Don Julio - chef: Guido Tassi (Buenos Aires)
Zonda Cocina de Paisaje - chef: Augusto García (Mendoza)
Casa Vigil - chef: Ivan Azar (Mendoza)
Brindillas - chef: Mariano Gallego (Mendoza)
Azafrán - chef: Sebastián Weigandt (Mendoza)
Trescha - chef: Tomás Treschanski (Buenos Aires)
Estrella Verde Michelin, por su compromiso con la sustentabilidad
Casa Vigil
Anchoita
Crizia
Zonda Cocina de Paisaje
El Preferido
Riccitelli Bistro
Don Julio
Menciones especiales
Premio Michelín a Sommelier:
Martín Bruno - Don Julio, Buenos Aires
Premio Michelin
Jóven Chef: Tomás Treschanski - Trescha, Buenos Aires
Premios Bib Gourmand por su relación calidad-precio
Bis bistro
Reliquia
Anafe
Mengano
República del Fuego
Caseros
La Alacena Trattoria
y 57 Restaurantes recomendados, de los cuales 42 son de Buenos Aires y 15 de Mendoza.
El anuncio lo realizaron en el Arenas Studios ubicado en el barrio de La Boca en la Ciudad de Buenos Aires en un evento para más de 400 invitados entre prestigiosos chefs argentinos, dueños de restaurantes y prensa nacional e internacional que vinieron exclusivamente invitados por el Instituto Nacional de Promoción Turística y el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.
Los restaurantes galardonados estarán presentes en la Guía MICHELIN en 2024 y 2025 y será una oportunidad para que Argentina sea reconocida mundialmente por su gastronomía.
Sus inspectores anónimos recorrieron los rincones más remotos y los sofisticados restaurantes de Buenos Aires y Mendoza, en busca de esa experiencia gastronómica excepcional que merece el reconocimiento de las codiciadas estrellas Michelin. Estos expertos, formados en las mejores escuelas de hostelería del mundo y con vivencias enriquecedoras alrededor del globo, se sumergieron en la cultura argentina de manera incógnita, como cualquier comensal.
Siguiendo una meticulosa metodología, los especialistas evaluaron minuciosamente bajo cinco criterios esenciales: la calidad de los ingredientes, la armonía de los sabores, el dominio de la técnica, la personalidad única del chef reflejada en cada plato y la consistencia a lo largo del tiempo y la propuesta en su conjunto.
Pero la espera llegó a su fin, porque ya se conocen los galardonados. Los restaurantes se convierten en escenarios de una danza culinaria donde cada detalle cuenta, donde los sabores, texturas y presentaciones se convierten en piezas de arte.
EL IMPACTO DE LA GUÍA MICHELIN EN ARGENTINA
Históricamente la aparición de la Guía MICHELIN ha generado buenos beneficios en el turismo de un país. Argentina es el primer país de Sudamérica de habla hispana en recibir estrellas por parte de la prestigiosa marca y será un recurso para aprovechar no solo a nivel europeo sino a nivel regional. Los estudios demostraron que el 84% de los viajeros frecuentes confían en las recomendaciones de la guía y que los aficionados a la gastronomía han definido destinos para viajar a través de restaurantes galardonados por MICHELIN.
Así mismo, la llegada de la Guía MICHELIN contó con el apoyo del Ministerio de Turismo y Deportes de Argentina y del Instituto Nacional de Promoción Turística cuyo ministro Matías Lammens expresó: "Esto es un antes y un después tanto para nuestra gastronomía como para el turismo argentino. Creo que el impacto de la guía MICHELIN en la Argentina es importantísimo y enorme. Termina de posicionar a nuestro país como la capital gastronómica de la región, algo que ya veníamos trabajando por el potencial que sabíamos que teníamos, pero siempre es importante que este posicionamiento sea reconocido por un sello de calidad como lo es MICHELIN.
Hay muchos estudios que muestran que los viajeros alargan su estadía si se quedan en un destino que tiene restaurantes reconocidos por la Guía MICHELIN o por ejemplo el caso del sur de Italia que tuvo un impacto económico enorme cuando sus restaurantes entraron a la Guía. Además, el sector gastronómico argentino está convulsionado por la llegada de la Guía y esto generará dos cosas: por un lado, elevará la vara y hará que todos los restaurantes estén muy atentos al servicio, que ya es muy bueno. Por otro lado, hará que muchos inversores extranjeros y chefs internacionales quieran venir a la Argentina a poner su restaurante porque ahora nuestro país forma parte de la Guía. Estos dos puntos potenciarán la oferta gastronómica, darán un ingreso económico importante y ofrecerán puestos de trabajos. No tengo dudas de que este camino que emprendemos junto a la Guía MICHELIN se convertirá en un hito que perdure por muchas décadas".
Además, Lammens dejó unas palabras de ilusión para restaurantes de otras ciudades de Argentina: "La idea es que Buenos Aires y Mendoza sean un primer paso. Por supuesto que esto eleva la vara y todos quieran tener la estrella. Hablo con todos los ministros de todas las provincias y todos quieren que MICHELIN vaya. Comienza un proceso de mejora y de inversión de cada uno de los chefs y restaurantes para poder llamar la atención de la Guía."
¿QUÉ ES LA GUÍA MICHELIN?
La Guía MICHELIN, una referencia culinaria que trascendió generaciones, encuentra su origen en la visión de los hermanos André y Edouard Michelin en Clermont-Ferrand, Francia, en 1889. En un momento en que el mundo automovilístico apenas daba sus primeros pasos, estos visionarios fundaron un imperio de neumáticos, y con él, dieron vida a la célebre Guía Michelin en 1900. Esta guía no solo proporcionaba información práctica para los conductores, como mapas y consejos para cambiar neumáticos, sino también recomendaciones de lugares para descansar y disfrutar de la cocina local.
En 1920 la guía dejó de ser gratuita, marcando un antes y un después en su historia. Tres años después, se incluyó la categoría "Hoteles y restaurantes recomendados". Con el tiempo, se introdujeron las famosas estrellas Michelin para calificar la excelencia culinaria, con tres niveles de reconocimiento: una, dos o tres estrellas. La máxima distinción representa una cocina excepcional, las dos estrellas denotan calidad de primera en su categoría, y una estrella indica un restaurante muy bueno en su clase.