Visitar la Riviera Maya o Cancún y no adentrarte en su lado más salvaje y exuberante para encontrar el corazón agujereado de la selva, sería un error imperdonable. Estas imponentes reservas de agua, son el escenario perfecto para practicar snorkeling y buceo.
Formados hace más de 14.000 años, los cenotes (el nombre proviene de la palabra maya dzonot y que significa hoyo o agujero con agua) están rodeados espacios llenos de historia y mística, formados por ríos subterráneos. Hay cenotes dentro de cuevas abiertas, semi abiertas y cerradas. Esta clasificación está directamente relacionada con la edad del cenote, siendo los cenotes maduros aquellos que se encuentran completamente abiertos y los más jóvenes los que todavía conservan su cúpula intacta. Algunos tienen como característica principal una excelente visibilidad, lo que puede llegar a unos cien metros de profundidad, gracias a sus aguas cristalinas. Mientras que otros se esconden pasajes con poca iluminación, ideal para los más aventureros.
Considerados por los mayas como espacios sagrados para la comunicación con los dioses y un camino para llegar al otro mundo, muchos de ellos se han convertido en lugar de visita turística para aquellos que visitan el estado de Quintana Roo y la Península de Yucatán.
Sin embargo, no se permite nadar en todos los cenotes. Uno de los más famosos, el Cenote Sagrado, que es en Chichén Itzá en el estado de Yucatán, por ejemplo, ha sido cerrada durante más de 40 años. Los arqueólogos esperan la autorización del gobierno mexicano, desde el año 2008, con el fin de estudiarlo. Esto se debe a este pozo fue lugar natural de los sacrificios humanos y puede ahorrar muchos restos históricos de estas personas.
Pero la buena noticia es que hay muchos otros que permiten un refrescante baño, como Cenote Chaak Tun, cerca de Playa del Carmen; Gran Cenote, que está a unos 3 kilómetros de Tulum y tiene una gran pileta al aire libre para nadar, Dos Ojos, situado entre Tulum y Playa del Carmen, entre otros.
CONSEJOS
Preparación para el contacto con el agua fría. Puede ser difícil de los primeros minutos, pero entonces seguramente el cuerpo se acostumbra y los días de calor será un paseo muy agradable. Antes de la inmersión, tomar una ducha para preservar las aguas de los protectores solares y repelentes que posiblemente tengan en la piel.
Lo ideal es ir con un guía. Los cenotes abiertos son los más fáciles de visitar, porque funcionan como una piscina, solo basta con sumergirse. Por otro lado, las cuevas cuentas con la opción de tours subterraneos y snorkel. No importa como decida recorrerlos, sin duda oír la historia del sitio que está visitando va enriquecer su experiencia, y garantizar la seguridad de su viaje.
Traer o alquilar todo el equipo apropiado. Algunos cenotes son muy profundos y fríos, tal vez un traje de neoprene y chaleco salvavidas sea necesario. Consulte antes de reservar el recorrido.
Los destinos más recomendados para que usted viaje y haz cenotes: Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Mérida y Valladoid.