Hasta poco antes de la entrada del Covid-19, el sector turismo en Chile había mantenido un crecimiento y desarrollo sostenido durante la última década, llegando a obtener su nivel más alto el año 2017. La visibilidad que ha tenido Chile ante el mundo, gracias a la tecnología y su reputación como destino seguro e imperdible, ha despertado el interés de turistas de todo el mundo por conocer el país.
Sin embargo, luego de las excelentes cifras del año 2017 y hasta finales del año 2019, se ha generado una disminución de las visitas de extranjeros, motivado por problemas generados en las economías de los principales países emisores de turismo hacia Chile y por conflictos socio-políticos del país, generados desde el segundo semestre del año 2019. Estos antecedentes podrían explicar parte del descenso de llegadas desde los 6,5 millones de turistas alcanzados el año 2017 a 5,7 millones el 2018 y, posteriormente, a los 5,5 millones alcanzados el año pasado (Gráfico 1) (Sernatur, 2020).
Para el año 2020, el turismo, tanto mundial como en Chile, se ha visto fuertemente impactado por la pandemia del Covid–19, al ser una actividad que debido a su naturaleza es compleja de realizar -al menos a un corto plazo- en medio de la emergencia sanitaria.
La industria turística y enoturística del país ha trabajado fuertemente para conseguir los logros de estos años, con programas a nivel nacional como el que lidera Enoturismo Chile apoyado por CORFO, más toda la labor institucional de la Subsecretaría de Turismo y Sernatur, y el inagotable trabajo de las asociaciones gremiales y empresas.
Dentro de las mesas de trabajo regionales por el desarrollo del enoturismo en Chile, se ha levantado con fuerza la necesidad de innovar y generar nuevos servicios que atraigan al turista de vinos y mejoren su experiencia de visita.
ENOTURISMO
Se entiende por enoturismo al “conjunto de actividades económicas de naturaleza turística, en un territorio determinado, relacionadas con la cultura del vino”. El turismo del vino se ha convertido en una importante fuente de ingresos para las viñas y sus localidades, ya sea de manera directa o indirecta, generando mayores beneficios económicos en la zona donde se establece. Pero lo principal es que el enoturismo es un proyecto que va generando lealtad por parte del consumidor para con las viñas, en una relación a largo plazo.
Es elemental que cuando se visita un destino por motivos relacionados con el vino, las bodegas son generalmente el principal recurso. Existen muchos modelos de atracción y servicio a los visitantes, y cada bodega se adapta de acuerdo a sus recursos disponibles. En Chile hoy existen viñas que pueden ofrecer desde una visita a los viñedos y bodegas, hasta viñas que cuentan con paseos en helicóptero y clases de destilados, por ejemplo.
La mayoría de las investigaciones realizadas indican que comprar y probar el vino constituyen las principales motivaciones para realizar este tipo de turismo, sumado a la posibilidad de visitar los viñedos. Las bodegas y el vino que elaboran son los elementos fundamentales dentro de la configuración del producto turístico, siendo determinante la presencia de las bodegas para conseguir la satisfacción de los turistas.
El enoturismo es simultáneamente un comportamiento del consumidor, una estrategia para desarrollar el área geográfica y el mercado del vino de dicha zona, y una oportunidad de promoción de las bodegas para vender sus productos directo a los consumidores.
En este sentido, se identifican siete grupos que abordan las investigaciones que se realizan sobre el enoturismo, entre ellos, el enoturismo y desarrollo regional. Esta línea analiza el impacto socioeconómico de esta tipología de turismo en las respectivas zonas geográficas, llegando a reconocer la potencial contribución que podría hacer al desarrollo de las áreas rurales, incluyendo la creación de puestos de trabajo, el fomento de la artesanía local y el desarrollo de las actividades hoteleras y de otro tipo de oferta (empresas de turismo activo, restauración, otras).
SERVICIOS DEL ENOTURISMO EN CHILE
Hacia el año 2019, existen 132 viñas en Chile abiertas al turismo, repartidas en 14 valles vitivinícolas. La mayor cantidad se encuentra en el valle del Maipo, que presenta 32 viñas abiertas al turismo, luego el valle de Colchagua con 23 y el valle de Casablanca con 15 viñas abiertas a recibir turistas (Gráfico 2).
Estas 132 viñas cuentan con bodega y viñedo. De ellas, 127 poseen sala de ventas, 126, tours generales, 124 prestan servicios de degustación y catas de vino, 122 incluyen la degustación en el tour como servicio y 110 cuentan con tours para grupos (Gráfico 3). Existe una buena proporción de viñas en Chile que prestan servicios de arriendo de centros de eventos, almuerzos para grupos, trekking, uso de bicicletas, entre otros (Fuente: Enoturismo Chile, 2020).
MUSEOS INTERACTIVOS O CENTROS DE INTERPRETACIÓN DEL VINO
Los Museos Interactivos del Vino (MIV) son lugares que tienen el fin de investigar y difundir las prácticas de viticultura y enología, además del legado histórico y cultural de la zona a la cual pertenecen, ofreciendo al visitante una manera lúdica de experimentar las distintas sensaciones organolépticas que expresa un vino a través de distintas salas temáticas distribuidas a lo largo del centro de interpretación.
En el uso de centros de interpretación o Museos Interactivos del Vino no existen normativas generales definitorias o clasificatorias, pero se pueden encontrar reglamentos locales o pliegos de estos equipamientos culturales o ambientales que ilustran el concepto y funciones que tienen para las entidades locales los centros de interpretación. A estos se les denomina como híbridos entre los museos convencionales y los equipamientos culturales basados en el concepto estadounidense de visitor’s center.
La idea del desarrollo de un centro de interpretación o Museo Interactivo del Vino genera sinergias en la comunidad, es un espacio que invita a forjar identidad, mediante la integración de la comunidad con los productores de vino, junto a las actividades que se desarrollan en la zona y la historia propia del lugar, propiciando mayor conocimiento y experiencias por parte de los turistas en la localidad y una ventana de promoción para los productores de vino.
REGIÓN DE VALPARAÍSO
En esta región se clasifican o se reconocen cuatro destinos turísticos. El primero y más concurrido corresponde al grupo de Valparaíso, Viña del Mar y Concón, el segundo, al Litoral norte, con las comunas de Papudo, Puchuncaví, Quintero y Zapallar; mientras que el tercero es el Litoral de los poetas con comunas como Casablanca, Cartagena y El Tabo. En tanto, el cuarto grupo – descrito como resto de la Región – abarca principalmente destinos de depresión intermedia y cordillera, de diversas atracciones, como Los Andes y Quillota, e insular con Isla de Pascua y el archipiélago Juan Fernández como destinos de gran importancia turística.
En cuanto a las llegadas de los turistas internacionales a Chile y la Región de Valparaíso según destino turístico, en el período 2014 – 2019 la zona más turística de la Región corresponde a Valparaíso, Viña del Mar y Concón con 446.293 llegadas y 800.310 pernoctaciones, según datos de Sernatur.
ESTUDIO EN CASABLANCA
Durante el 2019, 15 viñas en el Valle de Casablanca estuvieron abiertas al turismo, según datos del programa Enoturismo Chile 2020. Estas viñas presentan servicios desde tours regulares, wine bar y trekking (Gráfico 4), hasta paseos en carruaje o astroturismo. Todas las viñas abiertas al turismo de Casablanca tienen degustación y catas en su propuesta. Hay viñas que han incluido alojamiento, lo cual es un déficit de la zona turística, ya que los turistas pernoctan en el litoral (Viña del Mar y Valparaíso) o en Santiago.
En el marco del estudio del impacto del turismo del vino en la Región de Valparaíso entre la Universidad Viña del Mar y la Universidad Rovira i Virgili, se realizó una aproximación del interés local a la generación de un Museo Interactivo del Vino en la comuna de Casablanca.
Se levantó y recopiló información a través de una encuesta representativa de la población de Casablanca, respecto a su interés de conocer y visitar un Museo Interactivo del Vino o Centro de interpretación del Vino.
Para la encuesta se utilizó el término “Museo Interactivo del Vino” (MIV), debido a que, según la validación de la encuesta, generaría una mayor asociación a su significado, al existir ya en Chile iniciativas como el Museo Interactivo Mirador de la Granja en Santiago, que cuenta con zonas de interacción e interpretación de las ciencias naturales, correspondiendo al primer museo interactivo de acercamiento a la ciencia en Chile. En cuanto a la aplicación de la encuesta, se utilizaron los espacios públicos del centro cívico de la comuna.
Todos los encuestados corresponden a mayores de 18 años, edad legal para el consumo de alcohol en Chile. El rango etario de los encuestados va desde los 18 hasta 73 años de edad, con la mayor cantidad de personas encuestadas en el rango de 24 a 37 años de edad. Los encuestados tuvieron una representación de un 53,5% de mujeres y un 46,5% de hombres. Respecto al consumo de vinos en los entrevistados, un 37% declaró que consume vino regularmente (consume más de 5 veces por semana una copa de 200cc), un 42% es consumidor ocasional de vino (consume más de 2 veces por semana una copa de 200cc de vino) y un 21% de los encuestados responde que no consume vino.
Este estudio estuvo enfocado en ver la aceptación y valoración de pobladores de Casablanca a la generación de un Museo Interactivo del Vino. Sobre los resultados obtenidos se puede observar la valoración positiva que recibe por parte de la población. La continuidad del estudio estima a la población flotante y sobre los turistas que visitan el Valle de Casablanca, dentro de la determinación de la demanda que pueda evaluar más certeramente la viabilidad de la generación del Centro. (Fuente: Radio Agricultura.cl . - Por Gabriela Pizarro).