El Secretario de Turismo de la Municipalidad de Trevelin, Juan Manuel Peralta, junto a informantes turísticos continúan viviendo en primera persona las actividades y atractivos de la localidad. En esta oportunidad visitaron la casa de Té Galés La Mutisia.
En el lugar degustaron una deliciosa merienda y dialogaron con Leila, una de las dueñas, sobre la historia detrás de esta casa de te, sobre las características del servicio turístico entre otros aspectos.
Trevelin es de esos pequeños pueblos pintorescos que salpican la Patagonia y que a uno le dan ganas de conocerlos todos. Trevelin es el lugar ideal para hacerse una escapada desde Esquel y visitar una casa de té galés. A veces pienso que uno dice «tomar un té galés», pero en realidad lo que está diciendo es que «me voy a comer un montón de cosas ricas». Es que la costumbre de ir a una casa de té galés en la Patagonia incluye el té, sí, pero además, una enorme cantidad de tortas, panes, dulces y cosas ricas.
En la casa de té galés La Mutisia lo saben bien y se encargan de preparar la mesa de la mejor manera.
Los primeros galeses llegaron a este rincón de la Patagonia desde Puerto Madryn. Cruzaron la estepa (no sin inconvenientes) y lograron establecerse cerca de la cordillera.
Como todos los inmigrantes, trajeron con ellos algunas de sus costumbres entre las que se encuentra el té galés. Por eso, entrar a la Casa de té galés La Mutisia no es solo tomar un sabroso té y comer cosas ricas, entrar a esta casa es conocer un poquito más de las tradiciones galesas y de la historia del pueblo. Varias paredes del lugar tienen objetos a modo de museo, que uno puede recorrer y dejarse sorprender (y hasta viajar en el tiempo). (Fuente: Diario El Chubut).