Una gran variedad de paseos y actividades al aire libre te permitirán conocer por completo las bellezas que la naturaleza reserva en Los Cabos.
HOMBRE AL AGUA
Si en tierra las celebridades de Hollywood que visitan Los Cabos son las grandes estrellas, en el Mar de Cortés todos los flashes están dirigidos hacia el marlín o pez vela. La pesca de este icónico ejemplar fue la actividad que comenzó a atraer los ojos de los famosos a la punta más austral de la península de Baja California, a partir de la década de los 50.
Hoy no es diferente. Los visitantes del mundo entero se dirigen a Los Cabos para jugar sus anzuelos en renombrados torneos internacionales de pesca deportiva o simplemente probar la suerte de principiante en esas aguas. Dos factores contribuyen tanto a los novatos como a los veteranos que tienen éxito en la empresa: a diferencia de otros destinos de pesca, el marlín se encuentra en la región con facilidad y durante todo el año, especialmente en mayo, junio, diciembre y enero.
Uno de los destinos más buscados es el pesquero Gordo Banks, a poca distancia en barco de San José del Cabo. Allí es el territorio de marlines rayados, negros y azules, además de especies como agüeros-bandera, dorados, atunes, entre otros. Para los aficionados, otro destino que no puede faltar en el itinerario es la región de East Cape, considerada la "Capital Mundial del Pez Gallo" y que también contribuye a que Los Cabos figure entre los cinco mejores destinos de pesca del planeta.
BUSCANDO A NEMO
¿Qué esperar de un lugar que ganó el apodo de "el gran acuario del mundo" por el célebre biólogo Jacques Cousteau? Nada menos que una gran variedad de especies marinas que incluyen peces de colores, rayas, tortugas, tiburones ballena y delfines. Los practicantes de snorkeling y de buceo tienen la oportunidad de ponerse cara a cara con este vasto ecosistema en diversas regiones del Mar de Cortés.
Uno de los destinos preferidos para la práctica del buceo es el Parque Marino Nacional Cabo Pulmo. Este santuario es el hogar de 300 especies de peces tropicales, más de 2.000 tipos de invertebrados y alberga el único sistema de corales rígidos de América del Norte. En la Bahía de La Paz, la atracción es nadar con los tiburones ballena, que llegan por esas aguas de enero a junio.
Para los que no quieren sumergirse-literalmente- de cabeza en la aventura subacuática, hay opciones igualmente inolvidables. De diciembre a marzo, la península de Baja California entra en la ruta de migración de ocho especies de ballena, como la minke, la jubarte, la ceniza y la azul.
Pueden ser observadas de cerca en las excursiones en botes o incluso desde la playa - prepara tus binoculares. También en la arena, los visitantes pueden acompañar otro espectáculo de la naturaleza en Los Cabos. Entre junio y septiembre, la actividad más recomendada es ver el nacimiento de las tortugas marinas, que salen de sus huevos y se dirigen por la playa para su buceo de estrado en el océano.
PASEOS CON AVENTURA
Los fans de ecoturismo tienen dos grandes retos en Los Cabos. El primero es decidir cuál de las bellezas naturales conocer primero. Las playas más tranquilas del Mar de Cortés o las del bravo Pacífico? Cánones rocosos o los paisajes desérticos de contornos surrealistas? Elegido el destino, la segunda tarea es elegir cómo llegar allí.
Los adeptos del trekking pueden dominar las sendas del Cañon de la Zorra y sus imponentes acantilados durante una caminata. Pero si la intención es entrar en el clima del desierto al estilo Lawrence de las Arabia, que tal recorrer las veredas del oasis El Tule sobre un camello? Sí, la exótica opción es uno de los paseos más famosos de Los Cabos - y hasta los niños pueden participar, con animales entrenados especialmente para llevar a los pequeños. También está la opción de las cabalgatas que pasan por caminos repletos de cactus de 300 años de edad y llevan hasta el Pacífico para un galopar al atardecer en playas desiertas.
Quien busca más adrenalina puede hacer una travesía de mountain bike hasta Punta Gorda o recorrer las pistas que llevan a la Reserva Natural de Cabo Real. A bordo de una potente 4x4, la emoción llega a niveles máximos en los tours de alta velocidad sobre las dunas. Como si fuera poco, también se puede garantizar una dosis extra de aventura "volando" hasta 100 kilómetros por hora en la tirolesa más rápida y larga de México, con 1.200 metros de largo. Allí de lo alto, la vista panorámica de un oasis en el desierto hace olvidar cualquier escalofrío en la espalda.
SUMANDO UN POCO DE CULTURA
Después de una inmersión en la naturaleza, vale añadir una buena porción de cultura y arte en su itinerario. La Ruta de las Misiones permite volver al pasado en la época en que jesuitas establecieron en Los Cabos y toda la región de la Baja California misiones para la catequesis de los habitantes locales. El centro histórico de San José del Cabo es el punto de partida. En el año 1730, preservan hasta hoy la encantadora plaza, el caserío y la iglesia original, aún en funcionamiento. Quien quiera profundizar en ese paseo por la historia, puede seguir viaje y conocer los restos de otras misiones en las ciudades de La Paz, Loreto, San Ignacio y Todos Santos, los otros puntos de la ruta.
Continuando en San José, vale circular en las calles estrechas alrededor de la plaza principal y descubrir las galerías locales. De noviembre a junio, la tarea se vuelve aún más fácil. En ese período, todos los jueves, los artistas mantienen las puertas de sus talleres abiertos hasta las 9 de la noche y las callejuelas se toman por un clima festivo, con música en vivo, mesitas al aire libre y un agradable bullicio. Es el momento ideal para conocer la artesanía producida en la región, como las piezas de ámbar y los trabajos en chaquira (pequeñas cuentas de colores vibrantes) realizados por la comunidad indígena huichol.