La mayoría de los destinos del mundo (53%) han empezado ya a suavizar las restricciones a los viajes introducidas como respuesta a la pandemia de COVID-19. Aunque muchos siguen siendo cautelosos, a la luz de la evolución de la pandemia, la séptima edición del informe de la OMT COVID-19 Related Travel Restrictions, confirma la tendencia constante hacia el reinicio gradual del turismo.
El estudio, llevado a cabo por el organismo especializado de las Naciones Unidas para el turismo, analiza las restricciones hasta el 1 de septiembre y ha constatado que un total de 115 destinos (el 53% de los destinos del mundo) han suavizado las restricciones de viaje, es decir, 28 destinos más que el 19 de julio. De ellos, dos han levantado todas las restricciones, mientras que los otros 113 continúan aplicando ciertas medidas restrictivas.
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirmó: “Un liderazgo coordinado y una mayor cooperación entre los Gobiernos ha hecho posible que el turismo esté reactivándose, de manera lenta pero constante, en muchos lugares del mundo. La flexibilización de las restricciones de viaje significa también abrir la puerta a recuperar los beneficios sociales y económicos del turismo. Aunque debemos mantenernos atentos y cautelosos, estamos preocupados por aquellos destinos que todavía restringen por completo los viajes, especialmente allí donde el turismo es vital y el desarrollo económico y social se encuentra amenazado”.
Por vez primera, el informe sobre las restricciones de viaje relacionadas con la COVID-19 incluye datos clave sobre las infraestructuras de salud e higiene con las que cuentan los destinos, además de analizar el índice de notificaciones de nuevos casos de COVID-19. De ese modo, la OMT puede determinar los factores que están influyendo en las decisiones de los destinos de atemperar esas restricciones. En concreto, el informe muestra los siguiente:
Los destinos que han reducido las restricciones de viaje tienen por lo general infraestructuras de salud e higiene de nivel alto o muy alto. Tienden también a tener unas tasas de infección de COVID-19 comparativamente bajas.
En las economías avanzadas, el 79% de los destinos turísticos han reducido ya las restricciones de viaje. En las economías emergentes, solo lo han hecho el 47% de los destinos.
El 64% de los destinos que han reducido las restricciones tienen una dependencia alta o media de la aviación como modo de transporte para las llegadas de turismo internacional.
Al mismo tiempo, el informe señala que muchos destinos del mundo son sumamente cautelosos respecto al levantamiento de las restricciones de viaje que han introducido como respuesta a la pandemia y algunos han aprobado medidas estrictas en un intento de dar seguridad a sus ciudadanos. Hay 93 destinos (el 43% de todos los destinos del mundo) que continúan manteniendo sus fronteras completamente cerradas al turismo, y de ellos 27 han mantenido cerradas sus fronteras durante al menos 30 semanas.
Por otra parte, más de la mitad de los destinos que mantienen completamente cerradas sus fronteras al turismo se encuentran entre los países más vulnerables del mundo. Se incluyen ahí 10 pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), uno de los países menos adelantados (PMA) y tres países en desarrollo sin litoral (PDSL). Más de la mitad de los destinos que mantienen una restricción total de los viajes dependen además altamente del transporte aéreo, puesto que al menos el 70% de los turistas llegan en avión, lo que incide significativamente en la conectividad de sus ciudadanos y sus economías.
La OMT continúa supervisando el impacto de la COVID-19 en el turismo. Desde el comienzo, el organismo especializado de las Naciones Unidas ha advertido de que la situación es fluida y de que, aun cuando el turismo se reactive en algunas regiones, en otras, las restricciones podrían volverse más estrictas e incluso podrían volverse a cerrar las fronteras. De modo similar, la OMT ha observado un aumento de las recomendaciones de viaje emitidas por los Gobiernos a sus propios ciudadanos, además de aumentar en número y variedad las restricciones y otras medidas dirigidas a los pasajeros procedentes de regiones o países específicos.