La costa de la ría que baña la zona norte de San Antonio Oeste tiene históricamente un fuerte vínculo con la comunidad. Allí llegaron los pioneros, se construyeron los primeros muelles, se levantaron los talleres ferroviarios y las barracas donde acopiaban lanas y cueros.
La Marea, como la llaman los lugareños, es también el sitio de esparcimiento preferido, donde están los balnearios más populares.
Una costanera la recorre prácticamente de punta a punta, salvo en algunas pocas cuadras donde se erigieron edificaciones.
El sector más concurrido es el que está en la zona céntrica, donde la calle, si bien aún permanece de ripio, ha sido mejorada con cordones cuneta y una plazoleta en el medio que luce verde.
El recorrido puede iniciarse en el Anfiteatro Municipal pegado al brazo de mar, donde suelen realizarse fiestas y espectáculos artísticos.
En el mismo predio se instaló hace algunos meses un viejo barco de madera –el Victoria- que realizaba salidas de pesca pero que con el correr de los años se fue deteriorando hasta perder utilidad. Los propietarios lo donaron al municipio y lo colocaron allí para convertirlo en oficina de informes turísticos.
Allí mismo nace el balneario Los Tamariscos, con una playa de arena que posee sombrillas de paja para protegerse del sol. Algo más allá, siempre en dirección al este, aparece otro enorme buque de acero, sorprendentemente en medio de la vereda. Es el Mar del Plata, el que fue retirado para transformarlo en restaurante, un proyecto privado que viene demorado.
Al lado se encuentran los puestos de artesanos, ideal para degustar paellas, langostinos, merluza frita, rabas y otras especialidades.
Justo detrás están los barcos encallados. Son una media docena de naves antiguas que años atrás pescaron en el golfo San Matías.
Después sigue la Terminal Pesquera Artesanal, donde se procesan pescados y mariscos, y luego el Muelle de Pescadores, donde operan decenas de barcos de distintos tamaños. Por razones de seguridad, el ingreso del público ya no es libre sino que hay horarios para acceder, que dependen del movimiento de las mareas. (Fuente: La Mañana de Neuquén).