Nicholas Casey, corresponsal de The New York Times en la región andina, y Josh Haner, fotógrafo del Times, viajaron aproximadamente 3600 kilómetros desde la costa de Chile para observar cómo el océano está erosionando los monumentos de la isla.
MARCH 15, 2018 Read in English
HANGA ROA, ISLA DE PASCUA — Los huesos humanos estaban expuestos bajo el sol. No era la primera vez que Hetereki Huke se topaba con una tumba al aire libre como esta.
Durante años, las crecidas de las olas han roto las plataformas que contienen restos antiguos. Dentro de esas tumbas hay lanzas de obsidiana, piezas incineradas de huesos y, a veces, partes de moáis, las imponentes estatuas que le han dado fama a la isla.
Sin embargo, esta vez fue diferente para Huke. El sitio que estaba derrumbándose era donde estaban enterradas generaciones de sus propios ancestros.
“Esos huesos están relacionados con mi familia”, dijo Huke, un arquitecto, al recordar ese día del año pasado.
Hace siglos colapsó la civilización de isla de Pascua, pero las estatuas que quedaron dejan claro lo poderosa que fue. Ahora, Naciones Unidas ha lanzado una advertencia: muchos de los restos de esa civilización están en riesgo de desaparecer debido al aumento en los niveles del mar que han erosionado las costas de la isla. (Fuente: New York Times).