El canal Beagle separa a Puerto Williams, en Chile, y Ushuaia, en Argentina. Mientras la urbe más austral del vecino país exhibe un crecimiento significativo, sobre todo en el ámbito turístico y poblacional, no se puede decir lo mismo de la capital de la provincia Antártica.
Históricamente hemos venido escuchando la frase cliché que hace hincapié sobre “la necesidad de hacer realidad una vital integración entre ambos pueblos”, la que sin embargo para alcanzarla se requieren pasos concretos y no sólo discursos con buenas intenciones y poca efectividad.
Con ocasión de la asunción de la nueva autoridad provincial, profesor de Estado Nelson Cárcamo Barrera, representantes de la Cámara de Turismo y de la Asociación Gremial de Empresas del sector, sostuvieron una reunión con el intendente, gobernador y algunos seremis a fin de exponer sus principales demandas como sector productivo.
El futuro muelle multipropósito aprobado para la comuna de Cabo de Hornos, sin duda atraerá numerosos cruceros, abriendo un abanico de oportunidades para el sector, donde el turismo sustentable también aportará lo suyo cuando el próximo año se ponga en marcha el Centro Subantártico.
La falta de un espacio donde aglutinar sus negocios, asoma en estos momentos como el requerimiento más esencial para dar vida a sus emprendimientos, entre ellos algunos restaurantes y locales de artesanía. Y, porqué no pensar en imitar algo que se asemeje al emblemático mercado Angelmó, de Puerto Montt.
Una de las aristas del progreso de Puerto Williams, en vista de su alejada ubicación geográfica respecto de Punta Arenas, es la relación que pueda establecer con Ushuaia. En este sentido, fundamental para acrecentar la relación entre ambas ciudades es la conectividad marítima permanente. En primer término para potenciar el turismo y, seguidamente, la actividad comercial, reciprocidad que beneficiará a ambas localidades, pero sin duda con un efecto más notorio en Puerto Williams debido a su dispar crecimiento.
Empero, lo anterior pasaría por instalar los servicios de la PDI, Aduanas y Sag en Puerto Navarino, al menos en temporada alta de turismo. Se trata de un punto neurálgico por donde ingresan los turistas que cruzan desde Ushuaia, quienes deben recorrer 57 kilómetros a bordo de un vehículo para recién ser sometidos al trámite migratorio de rigor.
El tan necesario impulso a una zona que está llamada a ser un polo de desarrollo, pasa sin duda por la voluntad política de los gobiernos de turno, en orden a atender las principales demandas de la población, invirtiendo en grandes obras, agilizando los burocráticos procesos y dando las facilidades para que en verdad se produzca la real integración de ambos países. (Fuente: La Prensa Austral.cl).