Se espera que desde octubre hasta abril próximo más de 320.000 turistas arriben al puerto de Buenos Aires.
El próximo sábado arribará al puerto de Buenos Aires el crucero Zaandam, cargado de turistas que pasearán y gastarán dinero en la Ciudad, para iniciar la temporada alta de cruceros que comenzará con un panorama prometedor. Después de cuatro años seguidos de retracción en el rubro en los próximos seis meses habrá un incremento en la cantidad de visitantes y en las embarcaciones respecto al período anterior.
Hasta hoy las empresas operadoras de servicios turísticos en cruceros solicitaron 110 permisos de amarres para embarcaciones que transportan hasta 3200 pasajeros -aunque podría confirmarse la llegada de un navío con 4000 tripulantes a bordo-. En total serán 328.700 visitantes que pasarán al menos una noche en la Buenos Aires. La temporada 2016/17 finalizó con 82 amarres y 295.271 turistas, los números más bajos de los últimos ocho años, por lo que el incremento será del 11% y del 34%, respectivamente.
Reducciones en las tarifas de migraciones y de combustible, nuevos servicios para el pasajero y obras de mejoras en el puerto porteño -y el resto de las terminales nacionales- posibilitaron que el mercado comience a mostrar mejoras y permiten trazar objetivos superadores. En la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (Agpse) esperan alcanzar, el año próximo, los 350.000 turistas provenientes de todo el mundo. Esa cifra se irá aproximando a los períodos 2012/13 y 2013/14, los mejores de las últimas décadas, cuando llegaron alrededor de medio millón de turistas en 160 viajes, en cada caso.
RECUPERACION DE LA INDUSTRIA
Los síntomas de recuperación de la industria se reflejarán a mayor escala en Buenos Aires, pero también en otras terminales. Desde este año se hará una gran apuesta a los cruceros antárticos que partirán desde Ushuaia, en Tierra del Fuego, y habrá una primera experiencia en Mar del Plata.
Desde 2008 el interés por la Argentina como destino turístico de cruceros fue en alza, con cifras que se superaron año tras año, pero que no lograron mantenerse como para evitar un derrumbe. En septiembre del año pasado el Gobierno mostraba preocupación por la caída de este segmento del turismo internacional y decidió comenzar a aplicar una serie de beneficios para tratar de revertir la crisis a partir de la temporada que se iniciará el sábado -se extenderá hasta el 24 de abril de 2018-.
La reducción de tarifas de Migraciones a US$ 14 por persona y por itinerario (en lugar de pagar por recalada) fue una de las modificaciones importantes. De la misma forma, el convenio firmado entre la Agsep y el Ministerio de Salud de la Nación mediante el cual deja de ser obligatoria la vacuna contra la fiebre amarilla exigida a las tripulaciones de cruceros que entraban al puerto de Buenos Aires (sigue vigente para aquellas tripulaciones que provienen o hayan pasado por zonas endémicas establecidas por la Organización Mundial de la Salud).
Además, para la próxima temporada se aplicaría la reducción de tarifa en la terminal local para buques de más de 315 metros de eslora que para algunos cruceros representará una reducción de de US$ 65.000, costo que terminaría trasladándose al costo del paquete turístico.
"A partir de esta temporada estamos viendo los resultados de las medidas que empezamos a implementar en 2016. Los nuevos anuncios de buques por parte de las distintas empresas demuestran que vamos por el buen camino. Con sentido común, previsibilidad y mucho trabajo estamos logrando que esta industria crezca y se afiance en nuestra economía", analizó el titular de Agpse, Gonzalo Mórtola.
El funcionario adelantó que el mes próximo podría aprobarse otra medida que ayudaría a prolongar la estadía de los turistas en Buenos Aires. Se trata del aprovisionamiento de los bienes de uso y consumo dentro de los buques con productos de la Ciudad donde están anclados, una medida que podría sumar una noche más de amarre en la recalada porteña.
Según datos oficiales de la temporada pasada, del Ente de Turismo porteño, el 47,56% de los turistas que llegaron en cruceros durmieron una noche en la embarcación amarrada en la ciudad y sólo el 12,20% pernoctó dos noches. El 40,24% de los visitantes pasaron el día y luego siguieron viaje hacia otro destino.
La mayoría de los turistas extranjeros provenía de países limítrofes: fueron casi la mitad (47,72%). Les siguieron los procedentes de América del Norte, principalmente de los Estados Unidos, con el 26,9%; de Europa, con el 11,17%; de Oceanía, con 10,46%; y de Asia, con 2,15%. Cada uno de ellos gastó un promedio de 150 dólares por día.
Las embarcaciones que amarrarán en el puerto de Buenos Aires son de aproximadamente 300 metros de eslora con un promedio de 2500 turistas más la tripulación, que llega a ser de hasta 1000 personas. El regreso del crucero Aida Cara luego de cuatro años de ausencia, con 2000 turistas alemanes, es uno de los logros más festejados en la temporada que se inicia. También las siete recaladas que el buque Celebrity Eclipse realizará la próxima temporada, con más de 3000 visitantes en cada una de ellas. Son dos señales como para pensar que la recuperación iniciada este año podría terminar de confirmarse el próximo.
MAR DEL PLATA POR PRIMERA VEZ
El sur y la costa de la Argentina también notarán las mejoras en la recepción de turistas que llegarán al país en cruceros. Estos síntomas van de la mano con el incremento de actividad en el puerto de Buenos Aires. Las terminales de Ushuaia, Puerto Madryn y, por primera vez, Mar del Plata, donde amarrará un crucero de capitales nacionales en la Base Naval (la terminal de cruceros no está operativa), serán las más concurridas.
Ushuaia tuvo, la temporada pasada, 289 recaladas y para el período que se inicia ya aseguró 329, entre cruceros antárticos (concentra el 90% de la actividad) y turísticos en general. Para estar a tono con la demanda en el puerto se realizaron mejoras en la infraestructura con la construcción de 7000 metros cuadrados de un nuevo muelle y sitio de atraque, de 28 metros de ancho y 251 metros de largo para favorecer el arribo de buques de gran calado. Además la semana pasada el Gobierno Nacional anunció la reducción de un 17% en el valor del combustible para buques en Ushuaia, lo que significa una baja de US$ 120 por metro cúbico de combustible.
Los viajes antárticos se realizan a través del Pasaje de Drake y constan de cinco recaladas en la Antártida. Se utilizan embarcaciones con menor capacidad de pasajeros, como el Scenic Eclipse Cruise, pero más lujosas, con turistas que llegan, principalmente, de Europa, Asia y Estados Unidos.
Por otra parte la empresa Alteza Cruises, con el crucero Med Queen, tiene pedido de amarre en la Base Naval de Mar del Plata el 21 de diciembre con 320 pasajeros a bordo. Se trata de una iniciativa impulsada por los gobiernos de la Nación y la provincia que genera gran expectativa en el sector ya que será la primera embarcación en recalar en la ciudad con fines netamente turísticos.
Hace algunos años llegaron a Mar del Plata otros buques, pero sin amarrar en el puerto local; permanecían anclados en alta mar y los visitantes llegaban a la costa en embarcaciones más pequeñas. Y en 2016 y 2014 el Ocean Diamond entró al puerto marplatense para bajar turistas que debían llegar a Ezeiza a tomar los vuelos a sus países de origen. Pero no eran recaladas programadas en su itinerario. (Fuente: La Nación).