El autor Nassim Nicholas Taleb publicó hace unos años una de sus obras más aclamadas, “El Cisne Negro“. En esta obra explica de manera magistral el concepto de lo inesperado, de cómo a veces se dan acontecimientos que nadie espera, que son absolutamente impredecibles e imprevisibles. Ni los mas expertos en las materias serian capaces de profetizar, fundamentalmente porque los expertos simplemente manejan lo previsto en base a lo conocido.
Pero “de repente” (y a mí me fascinan los “de repentes”) aparece un nuevo “cisne negro”, al que llaman Covid-19 y pone en jaque a la humanidad. Nada previsto. De hecho creo que desde un principio incluso la mayoría de nosotros (me incluyo) lo subestimamos. Pasan los días y empiezo a observar algo que (ahora sí, los expertos ya ven) esto va para largo. No me refiero al coronavirus, este en concreto hará un desastre, como toda pandemia, lo controlaremos (eso espero) y todo volverá a la “normalidad”… ¡o no!
De hecho estoy absolutamente seguro de que el mes pasado ya forma parte del Pleistoceno. Nada será igual, el mundo ha cambiado en veinticuatro horas. Nuevas reglas de juego. Dicho de otra manera, hemos pisado el futuro. Es como si estuviéramos ya viviendo en el año 2025. Lo que deberíamos haber aprendido a gestionar y a interiorizar en cinco años, lo tendremos que hacer en meses…, quizá en semanas o en días.
Cuando podamos salir de nuevo a la calle, nada será normal. Me produce cierto grado de compasión escuchar a algunas personas diciendo: “cuando volvamos a la normalidad…”.
El mundo que nos espera después de esto, estoy seguro de que será distinto.
Piensa en cosas simples como ir al cine, al teatro, estar en una clase con otros compañeros, donde las distancias nunca serán las mismas. Ir a un gimnasio (¿te imaginas lo que pensarás cuando tengas que agarrar una pesa que alguien acaba de soltar?). En fin, cosas simples, de lo cotidiano, que nunca serán iguales.
EL VIRUS DEL MIEDO
Cuando pase el Covid-19, quedará un virus instalado en las mentes y los corazones de la población que me preocupa, si cabe, más que el coronavirus. Me refiero a lo que he llamado “el virus del yuyu”. Sí el miedo, esa emoción que tanto tememos sentir, y que es tan fundamental como básica, pero que si se nos escapa de las manos, es más destructiva que cualquier otra pandemia conocida en la historia de la Humanidad.
Déjame hacerte algunas preguntas antes de finalizar esta reflexión: ¿estás liso para el mundo que viene? ¿Qué vas a cambiar en ti para adaptarte a este nuevo escenario?
Hoy toma fuerza la teoría de Darwin, que decía que solo sobrevivirán quienes tengan más capacidad de adaptación… y más rápido lo hagan. Ya lo dijo hace unos años el empresario Bill Gates, “ya no es el grande ni el chico quien se come a quien, es el rápido quien se come al lento”.
SURGIRÁN NUEVAS OPORTUNIDADES
Muchos negocios caerán y miles de oportunidades nuevas surgirán. ¿Estás listo para dejar atrás todo lo que te trajo hasta aquí? Lo que nos ha traído hasta aquí, ya no nos llevará más lejos. El mundo que viene está lleno de oportunidades enormes, pero si tienes el virus del “yuyu”, no podrás verlas ni aprovecharlas.
El mismo autor con el que comencé, Nicholas Taleb, escribió en otra de sus obras (“Antrifrágil”): “Hay cosas que se benefician de las crisis; prosperan y crecen al verse expuestas a la volatilidad, al azar, al desorden y a los estresores, y les encanta la aventura, el riesgo y la incertidumbre”. Hemos pisado un mundo nuevo, lleno de aventuras para quienes amamos el riesgo y el emprendimiento. Nos toca adaptarnos y para ello, debemos aprender a gestionar el miedo, el virus del “yuyu”.
Te invito a que te descargues mi último ebook, Claves y estrategias para gestionar el virus del “yuyu”, que precisamente está enfocado en darte herramientas concretas para que puedas gestionar esta emoción, que la necesitaremos, pero que debemos tener bajo nuestro control. Tener miedo no es malo, lo malo es que el miedo te tenga a ti. (Fuente: Tecno Hotel News).