Entre araucarias, termas y la vista imponente del volcán, Copahue invita a vivir unas fiestas absolutamente diferentes.
En plena cordillera de los Andes a 1.980 sobre el nivel del mar, está enclavada la villa termal de Copahue, reconocida mundialmente por las propiedades curativas de sus aguas, fangos, vapores y algas.
Ante la imponente presencia del volcán Copahue, que presenta una fumarola permanente producto de su actividad, este refugio único, se vuelve en un lugar ideal para pasar estas fiestas.
Las eternas araucarias y las gigantescas rocas dibujan un paisaje que parece sacado de la prehistoria. Los senderos, para recorrer a pie o a caballo, permiten descubrir las huellas de la naturaleza.
Su ubicación al pie del volcán activo, ha dado origen a fumarolas y hervideros que calientan y mineralizan las aguas de deshielo, formando diferentes recursos termales que, por su calidad, diversidad y simultaneidad, son difíciles de encontrar en otro lugar del Planeta, y cuyas propiedades terapéuticas tienen el aval de la Organización Mundial de la Salud.
Es por ello, que la localidad neuquina se abre generosa a la posibilidad de disfrutar de la navidad y de la llegada de un nuevo año, absolutamente mágicos y diferentes.