Participaron funcionarios de las municipalidades de Achao, Chile, y Villa La Angostura. La iniciativa busca poner en valor turístico y cultural este vínculo histórico con el siglo XVII.
Se firmó en la localidad de Achao, en la isla de Chiloé, un convenio de Cooperación e Integración del Proyecto "El camino de los jesuitas", plan binacional de impulso turístico, cultural y patrimonial.
Participó del acto el secretario de Cultura de Villa La Angostura, Jorge Arakelián, además del alcalde de Quinchao y el Concejo Deliberante de esta comuna trasandina, y representantes de la Asociación Femenina de Ejecutivas de Empresas de Turismo de Villa La Angostura (AFEET).
La iniciativa busca poner en valor la historia que une las regiones de Villa La Angostura, en la provincia de Neuquén, y Achao, en la isla de Chiloé, la de la ruta de los misioneros jesuitas que terminó con la fundación de la "Misión Nahuel Huapi", en la actual zona de Huemul, a orillas del lago homónimo, según informó La Angostura Digital.
La iglesia Santa María de Loreto de Achao fue, a partir de 1666, la emisora de las misiones jesuitas que llegaron a nuestra región y en esta iglesia chilota se encuentra la imagen original de Nuestra Señora del Nahuel Huapi.
La "Misión Nahuel Huapi" dejó precedentes históricos invalorables, para toda la Patagonia como, por ejemplo: fue la primera vez que se introdujeron las ovejas y vacas a la Patagonia, hoy símbolo de esta región sur de la República Argentina.
También fue la primera vez que hubo una biblioteca en la historia de la Patagonia, que llegó a tener más de 300 libros originales a principios de 1703, y el primer asentamiento de la Iglesia Católica en forma permanente en la historia de toda la Patagonia.
Más allá de la increíble historia de la imagen de Nuestra Señora del Nahuel Huapi -la primera imagen entronizada en toda la Patagonia, en cuyo honor Exequiel Bustillo construyó la Catedral de San Carlos de Bariloche-, hoy se busca su puesta en valor en la tierra neuquina.
Los cuatro jesuitas que estuvieron a cargo de la misión fueron asesinados, y los cuerpos de dos de ellos aún hoy están enterrados a orillas del Nahuel Huapi.
LA MISION "NAHUEL HUAPI"
La Misión del Nahuel Huapi fue fundada en 1670 por el padre Nicolás Mascardi y un grupo de aborígenes poyas (alrededor de treinta personas) que, desde Chiloé, regresaban a sus tierras, liberados del exilio y de la cárcel.
Conoció a los poyas en la cárcel de Castro y, además de ayudarlos e ir aprendiendo su idioma, por este “resto” pleiteó a favor de su libertad y probó que no podían ser esclavos, valiéndose de muchas y eficaces razones, en lo que se gastó algún tiempo; que en materia de defender a los indios era muy celoso y ponía todo empeño.
Cuatro años le costó la victoria con repetidas cartas al gobernador de Chiloé, al gobernador de Chile, y al virrey del Perú. Los sacó de las prisiones donde estaban y los llevó a un lugar seguro y cómodo a fin de regresar él mismo en compañía de ellos, a sus tierras.
Para dar una idea de la magnitud de los ataques españoles: se calcula que en cinco años realizaron treinta malocas, capturando más de 14.000 aborígenes en las zonas del Nahuel Huapi. Y en este contexto es donde Mascardi hace realidad las palabras del profeta Isaías, que Jesús hizo suyas en la Sinagoga de Nazaret: “El Espíritu del Señor está sobre mí… Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos, a dar libertad a los oprimidos”, (Evangelio de san Lucas, 4,16.)
En este grupo tenía un fuerte liderazgo “la reina” Huanguelén (Estrella). Ella y su pueblo, liderados por el padre Mascardi, fueron protagonistas de la experiencia histórica de un Evangelio Liberador.
El asentamiento de la Misión, previa estadía en la orilla sur del lago, en el kilómetro 17 de la Avenida Bustillo, estuvo definitivamente en la costa norte del lago, actual península Huemul. (Fuente: El Cordillerano - Por Diego Llorente).