Durante el otoño los Caminos del Vino se convierten en una propuesta encantadora para los visitantes que deseen tener una experiencia de sabores en contacto con la naturaleza y con la historia que guardan los viñedos casi centenarios que crecen en el territorio rionegrino.
Se trata de una visita imperdible para disfrutar de la temporada, que permite apreciar la postal maravillosa que ofrecen los frutales teñidos de dorado y degustar vinos de calidad, en muchos casos acompañados por la más sorprendente gastronomía regional.
SOBRE LOS CAMINOS DEL VINO
Los 12 viñedos que conforman los Caminos del Vino proponen visitas guiadas, así como también algunos ofrecen la posibilidad de comprar y degustar los más variados vinos y saborear platos regionales. Además se pueden conocer las chacras de producción de frutales, participar de la cosecha y disfrutar sabores únicos en las bodegas.
El circuito enoturístico de la provincia se desarrolla en gran parte en la región productiva de Alto Valle y se extiende hasta la costa Atlántica provincial. Al tratarse de una zona de clima seco, con gran presencia del sol y del viento patagónico, se convierte en el lugar ideal para la producción de vinos con características únicas e irrepetibles.
A lo largo del recorrido es posible ver la gran variedad de establecimientos que integran la ruta, desde bodegas antiguas con larga tradición familiar, hasta bodegas más jóvenes que aplican a sus procesos de elaboración tecnología de vanguardia y otros conceptos como la biodinámica.
PROPUESTA PARA LOS VISITANTES
Recorrer los Caminos del Vino permite sumergirse en un viaje a la historia de nuestra tradición vitivinícola y en los sabores de los vinos más australes del mundo. Con múltiples propuestas diseñadas para todos los visitantes, las bodegas ofrecen actividades que van desde degustaciones y visitas guiadas, hasta cursos de cata, almuerzos o cenas temáticas.
El otoño es ideal para visitar estos lugares y disfrutar largas caminatas por las chacras mientras se contempla el paisaje colmado de frutales que lentamente van perdiendo sus hojas. Se trata de una temporada de mucho trabajo en las bodegas, por lo que los visitantes podrán adentrarse en el proceso productivo de los vinos.
Además, las bodegas más antiguas pueden recorrerse como museos ya que cuentan la historia de la actividad en nuestra provincia a través de fotografías, maquinarias y objetos utilizados antiguamente en los procesos de elaboración.
Las localidades que atraviesan los Caminos del Vino también tienen su encanto. La gastronomía realizada a base de materia prima regional es el gran fuerte de estos lugares, donde los visitantes pueden elegir desde sofisticados platos de autor en modernos establecimientos, hasta comida casera en casonas de ambiente familiar para acompañar los destacados vinos de la zona.
SEÑALIZACIÓN DE LOS CAMINOS
En el marco del Programa de Señalización de Bodegas Turísticas comenzaron a colocarse carteles turísticos e informativos para facilitar el acceso a los establecimientos que conforman los Caminos del Vino e invitar a los turistas a ingresar, a recorrer los espacios y a participar del proceso de elaboración de los vinos.
Se trata de un trabajo mancomunado entre los Ministerios de Turismo y Deporte y Producción y Agroindustria junto con Vialidad Rionegrina, quienes se ocuparon desde el diseño de la cartelería hasta su colocación que se llevará a cabo próximamente.
En esta primera etapa del trabajo se señalizarán en Rutas Provinciales, Nacionales y caminos rurales 12 bodegas que se encuentran ubicadas en Cipolletti, General Fernández Oro, General Roca, Cervantes, Mainqué, Ingeniero Huergo, Villa Regina, Luis Beltrán y El Bolsón.