Si hay un momento para entender hasta donde llega el alcance del atractivo turístico de un lugar hay que visitarlo en una temporada alta, si es que aún queremos utilizar esa frase o bien hablamos de un destino donde aún se sostiene ese esquema.
Es tema para otro informe pero en todo el mundo el concepto temporadas altas/temporadas bajas ya está quedando en el pasado y los actores de cada lugar deberían trabajar mucho más duro para que actualizar el futuro de su destino.
Pero a ciencia cierta y escuchando lo que nos cuentan desde que llegamos a Coyhaique, capital de la región de Aysen, este verano está funcionando bien pero el fantasma de una temporada muy baja que se aproxima los tiene preocupados.
Sin embargo, el motor funciona, en la ciudad hay mucho turismo nacional y extranjero (excepto de Argentina). Es entonces cuando hay que descubrir enroques nuevos para que el turista que llega, o bien decida volver o enviar a sus amigos a un destino que si así lo quiere puede tener un abanico de posibilidades a disposición del turista.
Muchas fiestas costumbristas en diferentes lugares que tienen su encanto propio. Mucho turismo rural y autóctono junto a destinos clásicos como las bien conocidas Capillas de Mármol o el Queulat. Pero de a poco, se han ido sumando actividades mucho más modernas, pensadas para un público joven (de espíritu sobre todo) que puede conectarse con la naturaleza y a la vez activar su adrenalina. Encontrar el silencio del bosque mientras se desciende pendiendo de un cable es posible.
Y acá es donde empieza la crónica de nuestra primera actividad pautada. Conocimos a Manuel y Víctor de Re Vive Experience. Dos jóvenes que lograron construir en medio del bosque, a solo 13 kilómetros de Coyhaique, camino a Puerto Aysen, un circuito de Canopy extenso, intenso y estimulante.
Patagonia Azul llegó al lugar y con mucha amabilidad ambos amigos nos llevaron montaña arriba, en un trekking de poco más de 15 minutos, durante los cuales no solo recibimos datos técnicos a tener en cuenta sino también conocimos el sentido de estar en contacto con la naturaleza más allá de los cables, los cascos y los arneses.
Todo el circuito, soportes, rampas y cableado ha sido construido cuidando al máximo los árboles. Nada de clavos ni ganchos que los lastimen. Un detalle más que importante para tener en cuenta.
El descenso es actualmente en seis etapas, en las cuales va variando la distancia, la inclinación y la velocidad que se experimenta.
Tanto Manuel como Víctor nos fueron corrigiendo detalles técnicos, nos recomendaron no desconcentrarnos pero sin dejar de disfrutar el paisaje que es majestuosamente natural. El eje espiritual de esta experiencia, sin dudas.
El tiempo pasa rápido y uno se va con ganas de volver pronto. de Experimentar el Canopy junto a Re ViVE Experience no solo en verano. Pensamos en la misma escena pero en invierno con la nieve cubriendo todo o el otoño con sus colores mágicos y ni hablar de una primavera plena de colores florecientes.
Habrá que volver. Porque la naturaleza nos hizo un guiño que todo está bien. Que se puede hacer Canopy y a la vez rendir honores a la montaña y su paz.
Contacto con Re Vive Experience
Canopy
A 13 kilómetros de Coyhaique (Camino a Puerto Aysen - mano derecha)
Teléfono móvil: +56 9 9477-7310
Sitio web: www.revivexperience.com
Correo electrónico: contacto@revivexperience.com
RE VIVE EXPERIENCE
Los amigos no solo realizan Canopy sino que además pueden ofrecerles servicios de saltos enconrdados como Bungee Jumping y Rappel, Puenting y Tirolina.