¿Qué hubo detrás del reclamo del viernes pasado? ¿Medir fuerzas? ¿Marcar la cancha? ¿Mostrarse fuertes tras el fin de la conciliación obligatoria? ¿Preparar el terreno para la paritaria? ¿Acercarse al pasajero con medidas no tan “antipáticas”?
¿O un poco de cada cosa? Es cierto que Luis Malvido asumió su cargo como Presidente de Aerolíneas Argentinas y lo primero que hizo fue sugerir medidas para reducir costos en cuestiones laborales como disminución de tiempos de turnaround de los aviones, o reducción de postas, entre otros aspectos.
La respuesta fue una “protesta informativa” de parte de unos 200 trabajadores y las autoridades de APTA-APA-APLA- -UPSA-UALA-ATEPSA y ATCPEA, en la previa del fin de semana largo, con un reparto de panfletos, sin afectar vuelos, en un radical cambio en sus políticas de reclamo. La principal voz cantante frente a los micrófonos fue la de Ricardo Cirielli, de APTA, quien afirmó que se trató de un “rechazo a la política aerocomercial que lleva adelante el gobierno”.
El representante gremial agregó que “las rebajas en los precios de los pasajes se logran con rebajas en el área técnica y eso es peligroso”. Y agregó que “Dietrich no conoce nada de aviación, y estamos generando algo parecido a Lapa o a Lamia, la del accidente de Chapecoense”.
Por su parte Edgardo Llano, de APA, se refirió al presidente saliente de Aerolíneas como “el impresentable Mario Dell Acqua, que hizo un desastre con Aerolíneas; y se fue por la puerta de atrás”. Y con respecto al nuevo ejecutivo, no fue mucho más contemplativo: “Malvido llegó con un nuevo plan de ajuste, jactándose de haber echado trabajadores en otros países”.
A su turno, Pablo Biró, afirmó que “la desregulación del transporte deja trabajadores en la calle, compañías quebradas por un “dumping” o por lavado de dinero, usuarios desconectados, ciudades desiertas y muchos muertos”. Además de agregar que la fecha elegida para la protesta se debió “al pase a la inmortalidad del General San Martín” (sic). Mientras tanto, se acercan las paritarias.
Desde APLA se llamó ya a una asamblea el día 29 de agosto para “adoptar las medidas de acción directa que considere pertinentes durante la negociación y declararse en estado de asamblea permanente hasta la finalización de la misma”. En definitiva, con solo unos días en el cargo, por los pasillos de Aeroparque ya se podía ver a los empleados de Aerolíneas cantar: “Che Malvido, che Malvido no te lo decimos más, si se meten con la gente, que quilombo se va armar”. Una cordial bienvenida… (Fuente: Aviación News).